En el artículo sobre nutrición explicamos que el intestino y el cerebro se encuentran profundamente conectados, al existir una vía bidireccional en la que se envían sustancias químicas como neurotransmisores y hormonas e información sobre el estado de múltiples funciones en nuestro organismo. El nervio vago, el más largo del cuerpo humano, es entonces la «super autopista» que transporta grandes cantidades de información iniciando en la parte inferior del cerebro y recorriendo el cuello, pulmones, corazón, estomago, hígado, riñón, páncreas e intestinos.
Así como la respiración profunda nos ayuda a activar el sistema parasimpático, la estimulación del nervio vago también ha demostrado ser un mecanismo efectivo para reducir la actividad cerebral y los síntomas que generan la ansiedad ante un sistema simpático disparado. Por lo anterior, se dice que el nervio vago es el «freno» del sistema nervioso autónomo.
¿Cómo estimular el nervio vago?
Una forma muy sencilla de estimular el nervio vago y que podemos introducir en el día a día es cantar, ya que al activarse las cuerdas vocales a su vez se activa el nervio vago. En general las acciones que implican vibrar la garganta como tararear, hacer gárgaras o cantar son muy eficientes para este proceso.

Recuerde que es todavía mejor si lo hacemos con canciones positivas, que nos transmitan alegría o sentimientos de bienestar. Es igual de valido si prefiere cantar mientras cocina, hace ejercicio o toma una ducha. También mientras conduce, en un karaoke, fiesta o concierto.